Ayer una tía mía me regaló un colgante, un pedruscón de un color verde muy bonito. Pero tenía un fallo: supuestamente tiene "poderes". Y volviendo a casa con el autobús, medio inconsciente que iba yo, se me ocurrió que este tipo de colgantes no tienen porqué ser de este tipo de piedras mágicas que a mi me dan tanta rabia. Que tenía que ingeniarme la manera de hacer un colgante normal.
Y la verdadera inspiración me llegó hoy, cuando caminando tropecé con una piedrecita (estoy bien, gracias! XD) que tenía una forma cónica muy parecida a la que me regalaron ayer. Y ya está. Con una piedra me bastaba. ¿Queréis ver lo que salió a partir de ahí?
Quiero explicar paso por paso como lo he hecho, porqué es muy fácil:
Primero he decorado las piedras a mi gusto. Una la pinté con spray de color rojo vino, o eso pone en el bote. Para mi es rojo tomate, o rojo ketchup. Las otras dos piedras las decoré con la técnica Decoupage (pegando una servilleta estampada).
Después cogí algo de alambre para hacer las monturas de las piedras, y enrosqué una de ellas, por hacer primero la prueba. Como el resultado fue bueno, seguí con las demás. Y con cordón de cuero preparé el resto del colgante.
Tenía algo de miedo de que la montura de alambre no aguantara la piedra, pero ya me encargué de que las piedras no fueran muy pesadas y de apretar bien el alambre contra ellas. Y bueno, ya tengo más colgantes de los que disfrutar!
